By: Agencias
Este 5 de noviembre una de las batallas electorales más llamativas es la que permitirá elegir al Sheriff del Condado de Miami-Dade. Un puesto que no existe desde hace 60 años, cuando la posición fue abolida en medio de un escándalo de supuesta corrupción.
El primero, James Reyes, respaldado por la alcaldesa de Miami- Dade Levine-Cava, el sheriff de Broward, Gregory Tony, la Asociación Benevolente de la Policía y muchos alcaldes y comisionados locales. La segunda, Rosie-Cordero Stutz, cuenta con el apoyo del congresista Carlos Giménez, del expresidente Donald Trump, de 27 alguaciles actuales y dos ex alguaciles de Florida, de la Orden Fraternal de la Policía, y del gobernador Ron DeSantis.
A Reyes le han señalado como una de sus debilidades su falta de experiencia, pues nunca ha sido un oficial de policía. Y de ser elegido tendría bajo su supervisión a más de 3,200 oficiales en todo el condado de Miami-Dade.
Cordero-Stutz, en cambio, es una veterana de 28 años del Departamento de Policía de Miami-Dade.
Miami-Dade ha tenido un director de policía designado desde 1966. Pero en 2018, los votantes de Florida restauraron el puesto de sheriff electo después de aprobar la Enmienda 10.
En la actualidad Rosie Cordero-Stutz, se desempeña como subdirectora de servicios de investigación del Departamento de Policía de Miami-Dade, y James Reyes es el director de seguridad pública del departamento.
Cordero-Stutz comenzó su carrera en el MDPD como oficial de policía hace casi 30 años, ascendiendo de oficial de patrulla a su rango actual, y trabajando en todo tipo de casos, desde robos hasta homicidios.
Reyes, por su parte, fue contratado para dirigir el Sistema Correccional del Condado de Miami-Dade después de más de 20 años en la Oficina del Sheriff de Broward, donde dirigió el departamento de administración y, antes de eso, el departamento de detención.